Un videojuego que promueve la violaciónLa Legislatura tratará un proyecto para evitar la venta del juego de origen japonés RapeLay, que promueve ese delito. Los peligros de usarlo.
En Mendoza se puede encontrar un videojuego que incita a cometer violaciones contra las mujeres. Si bien no se vende en las casas donde se comercializa mercadería legítima, la venta generalizada de videojuegos pirateados hace que pueda estar al alcance de cualquiera. Es un producto de origen japonés, conocido como RapeLay (en inglés rape es violación). Pero además como cualquier otro videojuego puede ser bajado de internet de manera ilegal, por lo que entraña peligro aunque no esté en el circuito de comercialización. En las páginas de descarga la sinopsis dice: “El jugador se ve metido en la piel del violador que ha logrado escapar de la cárcel y se acaba fijando en una casa en la que viven tres chicas. En el juego disponés de varias opciones, como recorrer cualquier parte del cuerpo; desnudarlas en el tren o en un parque y quitarles la ropa a tu antojo”. Desde la Legislatura intentarán prohibir su comercialización, pero como esto no es suficiente para evitar el uso, es necesario que los padres estén atentos para prevenir que niños o adolescentes tengan acceso. “Este tipo de videojuegos son un cáncer, son muy dañinos, como mínimo producen un trastorno de la personalidad”, sostuvo el psicólogo Andrés Gottfried al ser consultado por Diario UNO, alertando sobre los daños que genera su uso, incluso en los adultos. Se consigue en Mendoza En Mendoza el video puede ser comprado por $12. Así lo comprobó el legislador Miguel Serralta (PJ), que mandó a comprar el RapeLay a un local de venta de videojuegos de la galería Tonsa. El miércoles pidió el video y como no lo tenían listo el vendedor prometió tenerlo en 48 horas. Para asegurarse la venta pidió que lo dejaran abonado. La factura entregada terminará siendo el anzuelo que pondrá en problemas al dueño del local. Los detalles de la factura y los nombres que allí aparecen no se publican porque aún no se han hecho las denuncias en la Justicia. Serralta puso en conocimiento del caso a la ministra de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad, Silvia Ruggeri, y a través de la Defensoría de los Derechos del Niño harán la denuncia judicial contra el negocio que vende el juego. Paralelamente se dará tratamiento en el Senado a un proyecto de ley que pide la prohibición, la venta y el traslado de cualquier tipo de videojuegos que incite a cometer vejámenes contra la integridad sexual y/o violencia sexual. En el artículo 2º prohíbe en forma puntual la venta del video RapeLay y en el artículo 3º establece como sanciones para quienes comercialicen este tipo de videos la clausura del local y una multa de $10.000.
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