domingo, marzo 25, 2012

24 de marzo: comunicados de las sociedades de resistencia de Capital Federal y Rosario

¡EL CAPITAL CONTINÚA IMPONIENDO
SU DICTADURA SOBRE NUESTRAS VIDAS!
Han transcurrido ya treinta y seis años de aquel marzo de 1976 en el que quedó
formalizado el terrorismo de Estado y la práctica de la desaparición forzada de personas
por parte de la clase dominante de entonces.
Así y todo, consideramos que los mecanismos y dispositivos esenciales que
utilizó y ejecutó la burguesía junto con los militares y la Iglesia para desarticular la trama
de solidaridades sociales, lejos de haber dejado de ser utilizadas, continúan funcionando,
fenómeno que se expresa a diario en la “incomprensión” de los trabajadores formales
frente a los reclamos de los precarizados y excluidos.
Las marcas del terror en los cuerpos y la indiferencia se expresan en la actitud
muchas veces sumisa frente a la prepotencia de la patronal y el Estado, una verdadera
actitud de sumisión frente a maniobras arteras y a la demagogia implícita o explícita de
los jerarcas. La maquinaria instalada por la última dictadura cívico militar generó una
cultura del egoísmo y el aislamiento, el individualismo exacerbado, la sospecha del
prójimo.
 Se hace, entonces, indispensable e impostergable retomar las prácticas solidarias
entre oprimidos y la acción directa contra quienes nos explotan cotidianamente. Porque,
y la historia bien lo demuestra, fue con estas prácticas que el movimiento obrero tuvo su
mayor grado de agitación y acción revolucionaria.
Frente a la dicotomía democracia-dictadura, nuestra postura sigue siendo
invariable: ambas son formas de opresión que encuentran los capitalistas cuando una u
otra se agota, para continuar reproduciendo este sistema de muerte.  Si no, basta con
observar como, por ejemplo, los Estados democráticos occidentales no tienen ningún
problema a la hora de comerciar con las dictaduras en el norte de África y de Oriente
medio: quien gobierne queda en un segundo plano, lo importante es la circulación de
mercancías y el incremento de las ganancias capitalistas.
Para los proletarios, la dictadura del Capital se continúa imponiendo, ya sea
desde el Estado con su Ley Antiterrorista y demás legislación; desde las patronales, que
nos condenan a la precarización y el trabajo esclavo; y desde los sindicatos, que envían a
sus patotas para aniquilar cualquier intento de organización autónoma del proletariado.
Retomemos, pues, la organización revolucionaria de  los trabajadores libre y
horizontal, recordando que dependemos de nosotros mismos para poner fin a la
explotación y la opresión.

¡Ni dictadura ni democracia!
¡Por la Revolución Social! ¡Viva el Comunismo Anárquico!
SOCIEDAD DE RESISTENCIA DE OFICIOS VARIOS ROSARIO
Adherida a la Federación Obrera Regional Argentina - AIT
www.oficiosvariosrosario.fora-ait.com.ar


A 36 años del golpe

AYER, SUBVERSIVOS. HOY, TERRORISTAS

En dictadura, subversivos; en democracia, terroristas. Cambian los
collares y los nombres, pero se mantienen los perros y los métodos.
Dijimos ¡nunca más! y diariamente amanecemos con casos de gatillo
fácil. Se refinan las prácticas pero no se modifica la esencia:
controlar, perseguir y eliminar a los 'molestos'.
Después de 36 años del último golpe militar, el poder político nos
oferta una siniestra bipolaridad: el rancio conservadurismo
eclesiástico y patronal, y el progresismo "de salón" de un gobierno
que con su mano izquierda descuelga cuadros de la ESMA mientras con la
mano derecha sanciona la Ley Antiterrorista. Un gobierno que hace
bandera de la no criminalización de la protesta social, pero que ahora
ya tiene sus propios 'soldados' y que no duda en perseguir, espiar y
golpear a los militantes; un gobierno que, con su barato discurso de
patriotismo revolucionario, abduce a la juventud y juzga a los viejos
dictadores mientras ofrece impunidad para los nuevos genocidas, muchos
de ellos no tan nuevos, ya que son herederos de las mismas patotas
sindicales que hace tres décadas señalaban al compañero subversivo en
la fábrica o el taller y que hoy asesinan a sangre fría a Mariano
Ferreyra y a Carlos Fuentealba.
Siguen pasando los años y cada vez queda más patente que la única
salida está en la organización horizontal de los trabajadores. La
dicotomía dictadura-democracia no es más que un invento de la
burguesía para asegurarse el poder en función de las circunstancias.
Para que la sangre derramada no quede en el olvido, exigimos la
derogación de la Ley Antiterrorista y el fin de la persecución a los
militantes.

Ni subversivos, ni terroristas, ¡¡¡trabajadores organizados!!!

F.O.R.A.
FEDERACIÓN OBRERA REGIONAL ARGENTINA - ADHERIDA INTERNACIONALMENTE A LA A.I.T.

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