Largas consultas mediante, los diputados ya conocen los sobrados motivos técnicos y legales por los cuales el Ejecutivo no debió aprobar el proyecto. Pero muchos de ellos, y en especial quienes durante 2010 reclamaban su rápida aprobación, ahora pretenden eludir un castigo en las urnas, ocultando hasta después de octubre sus intenciones de ratificar el proyecto en el recinto. Su deber como “representantes” es dar la cara y votar ahora según el interés y voluntad del pueblo mendocino, que ha expresado su rotundo rechazo al proyecto.
DNI 20.112.286