lunes, febrero 14, 2011

Comunicado de la Asamblea Popular por el Agua: Declaracion de Impacto Ambiental del Proyecto San Jorge

La decisión obvia de los funcionarios responsables del saqueo y de la contaminación
Despues de casi 4 años de lucha resistiendo a un proyecto megaminero (pese a que la empresa se empeñe en negar una magnitud mas que evidente) que aun sin haber puesto un solo ladrillo, ya contamino socialmente a la provincia, y compro las voluntades de nuestros funcionarios, llegamos al momento que quisimos impedir: la vergonzosa aprobacion del proyecto San Jorge.
¿Por que vergonzosa?
· Porque se ignoro por completo una Audiencia Publica con el 77% de los expositores RECHAZANDO la instalacion de la famelica empresa canadiense Coro Mining
· Porque se ignoraron las movilizaciones en toda la provincia y, las mas de 15.000 firmas en oposicion presentadas
· Por el vergonzoso Informe de Impacto Ambiental que presento Minera San Jorge, plagado de errores tecnicos, obviando datos relevantes, tergiversando informacion cientifica, mintiendo…
· Por las declaraciones fuera de lugar de los directivos de la empresa y el comportamiento de la misma buscando corromper a los uspallatinos al prometer bienes y puestos de trabajos imposibles de llevar a cabo segun el mismo informe
· Porque en momentos crisis hidrica el gobierno provincial una vez mas privilegia el agua para los de afuera y no para los mendocinos, permitiendole a grandes empresas del saqueo como esta consumir 141 litros por segundo, no para el consumo humano, ni animal, ni agricola, sino para que brillen los minerales que se llevan
Pero a pesar de todo esto y mucho mas, la Autoridad Ambiental Minera le otorgo la Declaracion de Impacto Ambiental.
Esta decision no nos sorprende ni por un instante. ¿Por que? Porque aprobar San Jorge es parte del modelo extractivo minero agro-exportador que imponen desde la Nacion, y que somete a comunidades enteras a la pobreza, al desalojo, a la perdida de patrimonio cultural, y peor aun, a la contaminacion de su territorio y fuentes de agua, poniendo en peligro la vida de pueblos enteros. Nuestro gobierno provincial responde y reproduce a nivel local ese modelo, y San Jorge es solo un ejemplo de las mineras a las que estan dispuestos a dejar entrar, sometiendolas a ridiculas “condiciones” para que nos quedemos tranquilos mientras ellos entregan el pais.
La Evaluacion de Impacto Ambiental de este y otros proyectos (como fue el caso de la mina Potasio Rio Colorado de la brasilera “Vale”), solo sirvio para desnudar el hecho de que no es mas que una formalidad inservible, y para que la comunidad mendocina tomara conciencia de las artimañas a las que recurren los funcionarios y empresarios para ocultar y manipular la informacion que, de ser de publico conocimiento, complicaria la justificacion para darle luz verde a emprendimientos como el mencionado.
Muestra de ello es nuestro gobernador, que no dudo en afirmar, rozando la ilegalidad, que el Proyecto San Jorge se aprobaria, aun cuando estaba todavia en etapa de evaluacion. Y es que de cara a un año electoral, las papas queman y es necesario rendir cuentas: al Gobierno Nacional, a las empresas que otorgaron favores de campaña, etc., y como siempre, el perjudicado es el pueblo.
Otro ejemplo de como la decision estaba tomada de antemano es el comportamiento de la Secretaria de Medio Ambiente y su titular, Guillermo Carmona, que extendio largamente los plazos permitiendole a la empresa seguir presentando informes que, de no existir, pondrian en riesgo su aprobacion. Asimismo, se confundio a la poblacion difundiendo el caracter “antiminero” de Carmona, titulo que no puede estar mas alejado de la realidad. A esto se suman los debates dentro de la Comision Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM), que ignorando las deficiencias de los estudios de linea de base, las intencionadas omisiones y fallas metodologicas del Informe presentado por la empresa, y desoyendo a profesionales y organismos que recomendaban rechazar dicho informe, continuaban apuntando a aprobar el proyecto sometiendolo a parches que la empresa debe aplicar (sin garantias) “una vez aprobado”.
Sin embargo, sabemos que proyectos perjudiciales como este, que no contribuyen al desarrollo de nadie mas que de algunos bolsillos corruptos, no se detienen en circos burocraticos y fachadas de “representacion y participacion”, sino en la calle. Y es ahi donde se detendra San Jorge, porque es imposible pensar que puede desarrollarse una actividad como esta con una comunidad que la resiste desde el dia que se supo que habian puesto los ojos en el hermoso valle de Uspallata.
San Jorge no tiene ni tendra nunca la Licencia Social
La vida y la dignidad de los pueblos no se negocian
Las Comunidades deben poder elegir su modelo de desarrollo
No a megamineria que saquea, seca y contamina
Asamblea Popular por el Agua

Movimientos sociales en Venezuela: en el arduo camino de la autonomía

En noviembre de 2010, en la ciudad andaluza de Córdoba, se
realizó una Mesa Redonda sobre movimientos sociales latinoamericanos
como uno de los actos por el centenario de la Confederación Nacional
del Trabajo, la histórica central obrera del anarcosindicalismo
ibérico. El Libertario
estuvo presente en ese evento, con la ponencia que aquí se resume. ---
- Las luchas sociales en el S. XX --- El inicio de la historia moderna
de las luchas sociales en Venezuela sin
duda se asocia con la transformación que en todos los órdenes trajo la
explotación petrolera en gran escala a partir de la década de 1920.
Ello fue evidente tras la muerte del dictador J.V. Gómez, quien dominó
la escena política con puño de hierro desde 1908 hasta diciembre de
1935. Su deceso dio la campanada para que se hiciesen presentes en el
ámbito
político-social diversos actores colectivos organizados, de reciente
aparición y hasta entonces reprimidos por la tiranía. Destacan
sindicatos obreros y asociaciones estudiantiles, pero también hubo
agrupaciones femeninas, culturales, campesinas, de educadores y de
profesionales universitarios.

El rumbo de esos movimientos sociales modernos se verá desde aquellos
tiempos (fines de la década de los 30 y a lo largo de los 40 y los 50)
sujeto a enormes trabas en cuanto a su eventual autonomía. Por un
lado, en ese lapso se consolida y hace más complejo el rol del Estado
como gran administrador local del capitalismo rentista petrolero,
donde serán las
posibilidades de acceso a esa renta por vía estatal las que determinen
en modo principal la conformación de clases sociales que se define en
aquel período: burguesía, capas medias, proletariado. El Estado será
gran promotor, financista y realizador de las innovaciones que exige
el capitalismo, por lo que obviamente no le interesa que desde los
movimientos sociales surjan autónomamente opciones de modernización
distintas, así que usará los medios de que dispone para evitarlo,
mayormente con el reparto populista de migajas, a veces la represión
sin
bozal. Por otra parte, esos años son de pugna por el control del
Estado entre Fuerzas Armadas ? clásico mayoral del gobierno en la
historia patria - y partidos políticos (en especial el
socialdemócrata AD ? Acción Democrática -, pero también el
democristiano COPEI, el liberal URD y el Partido Comunista de
Venezuela). Estos partidos, que nacieron después que
las organizaciones sociales, pronto las controlan convirtiendo al
activismo social en militancia partidista e imponiéndole rol
subalterno, con sus luchas sometidas a ?la línea del partido?. Ejemplo
de ello fue la evolución dominante y casi única en el sindicalismo
desde los años 40 y por lo menos hasta la década de 1980.

En enero de 1958 cayó la dictadura militar que regía desde noviembre
de 1948. Se monta entonces un nuevo acuerdo entre los factores de
poder del capitalismo rentista venezolano: el Pacto de Punto Fijo
(Punto Fijo es el nombre del lugar donde se firmó dicho acuerdo). Allí
se certifica elestablecimiento de la democracia representativa y el
triunfo de los partidos, en particular AD y COPEI, como gestores del
Estado rentista, por lo que se esfuerzan en suprimir cualquier
expresión significativa de malestar social. Los partidos contaban con
una enorme presencia entre el
colectivo (se estima que en 1958 entre 25 y 30 % de los electores eran
militantes registrados de las cuatro formaciones políticas
principales) y ya habían impuesto sujeción a los movimientos sociales;
ahora podían fortalecer esa hegemonía con el clientelismo: reparto
desde el Estado de cargos, favores, recursos y, en especial, promesas,
entre quienes de otro
modo serían ganados para conflictos y protestas. Tal mecanismo de
control político funcionará con bastante éxito hasta la década de
1980.

A partir de 1983 llega la crisis del modelo de economía petrolera que
había sustentado al Pacto de Punto Fijo, acompañada del desgaste de
los artificios de domesticación bipartidista a los movimientos
sociales. Además, los poderes transnacionales imponen al Estado
adoptar el recetario neoliberal y restringir las prácticas del
populismo clientelista. En ese
contexto, se abren brechas para que en los conflictos sociales
aparezcan presencias reconocibles y relativamente amplias de acción
autónoma, no sometidas a los partidos políticos tradicionales. Esto
ocurre tanto en organizaciones previamente existentes como en las
expresiones de los nuevos movimientos sociales: grupos ecologistas,
vecinales, indígenas, del neofeminismo, GLBT, para mencionar algunos.
La indicación más dramática de cuanto cambiaban las cosas fue la
revuelta popular espontánea del ?Caracazo? (27/2/1989), la
manifestación de descontento social más
importante de nuestra historia, ante la cual el poder autoritario no
tuvo otra respuesta que una sangrienta represión.

- Los movimientos sociales en su laberinto

Al declinar el control bipartidista sobre las luchas sociales, a los
factores reales del poder les resulta indispensable un reemplazo, que
encuentran en Hugo Chávez, líder del fallido golpe militar del
4/2/1992. El disgusto colectivo por la situación vigente generó
simpatías hacia ese intento de cambiar las cosas, pese a lo poco clara
de la propuesta de los golpistas. Los espejismos mesiánicos
florecieron y jugaron a favor de Chávez, quien tras una estancia en
prisión sale indultado en 1994 y se
convierte en candidato presidencial, contando con apoyos tanto en la
burguesía y las transnacionales como en la mayoría de los movimientos
sociales y sus activistas, cuyas reivindicaciones promete atender en
cuanto gane las elecciones.

Chávez toma posesión en febrero de 1999, y desde allí hasta mediados de
2007 va el período de su relación con los movimientos sociales que vale
calificar de ?espera esperanzada?, pues estos porfían en sus ilusiones,
por lo que una y otra vez posponen su agenda de luchas y reivindicaciones
propias a favor de aquella que se les impone, donde lo principal es
mantener y consolidar el control del poder estatal por el chavismo y su
líder, siendo los repetidos comicios la herramienta en la que se expresa
?la fidelidad de las masas al proceso?. Por su lado, la oposición
socialdemócrata y de derecha plantea algo parecido: ?primero salgamos a
Chávez, luego se verá lo demás?. Los encandilados activistas sociales
aceptan que desde el Estado se decidan sus modos y objetivos de
funcionamiento, hipotecando la relativa autonomía de acción que habían
ganado en la década anterior. A esto se suma que, gracias al incremento de
precios petroleros, el Estado vuelve a contar con gruesos recursos para
financiar el clientelismo, ahora condimentado con verborrea
seudo-izquierdista.

A partir de los últimos meses de 2007 y hasta hoy, múltiples signos
indican que esa luna de miel entre el gobierno chavista y la
conflictividad social va quedando en el pasado. En contraste con los años
anteriores, de aguda confrontación política pero con desmovilización de
las luchas sociales, ahora se manifiestan con creciente fuerza
reivindicaciones colectivas silenciadas por largo tiempo, aparte que el
uso de parte de la renta petrolera con fines clientelistas no solo se ve
afectado al caer los precios del ?oro negro?, sino también por la
corrupción, la incompetencia y la incoherencia, aspectos en los que este
gobierno es versión incorregible y abultada de los anteriores. Por ello,
le cuesta más al chavismo ejercer control sobre esas luchas, que así mismo
dan claros signos de no atarse a la oferta descolorida de la oposición
electoral.

Como confirmación de lo dicho, invitamos a revisar las estadísticas sobre
conflictividad social en Venezuela consignadas en los informes anuales de
la ONG PROVEA (ver www.derechos.org.ve), que estimamos como fuente
completa y confiable sobre este tema. No es posible por razones de espacio
repetir aquí esas cifras y datos, pero ciertamente ratifican que, en este
aspecto, bajo el supuesto socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez hay una
situación similar a la imperante en los regímenes de la derecha neoliberal
en América Latina.

- Esperanzas agrietadas y criminalización de la protesta

Actualmente, y como se corrobora en los informes de PROVEA, la lucha por
la autonomía de los movimientos sociales en Venezuela debe resistir una
creciente criminalización de sus expresiones, abonada en la esfera
jurídico-institucional con un reforzado arsenal de instrumentos para
legalizar la represión, en el plano político con las vociferantes
acusaciones desde el poder que presentan a toda protesta como ?maniobra a
favor del golpismo y el imperialismo?, y en el ámbito social cotidiano con
la intención de hacer que sean las bases chavistas quienes en primera
instancia denuncien y aún sofoquen las acciones disidentes, lo que ha
conducido al para-militarismo y la ?para-represión?.

No obstante, las expresiones de la lucha social autónoma asoman en los mas
diversos espacios: De los conflictos obreros resaltan los casos de
Ferrominera, SIDOR, los jubilados de CANTV y las diversas contiendas en la
región industrial de Aragua; en relación con los indígenas está la lucha
de los Yukpa de la sierra de Perijá; reclamando el derecho a la vivienda
tenemos las ocupaciones y desalojos que ocurren en todo el país, como
también sucede con las múltiples protestas ante fallas y carencias de
servicios públicos; dentro y fuera de las cárceles hay una sostenida
bronca contra la barbarie del sistema penitenciario; en cuanto al clamor
de los agraviados por la violencia sin freno del aparato represivo hay que
mencionar al Comité de Víctimas Contra la Impunidad del Estado Lara; en
los temas de género la labor de la Casa de la Mujer Juana Ramírez en
Maracay; sobre la protesta estudiantil destaca la odiosa persecución
judicial que padece, sin nada que envidiar a lo vivido en tiempos del
Pacto de Punto Fijo; mientras que para el campesinado, si se conforman
llegan promesas y limosnas, si se agitan van sicarios y tribunales.
Descripciones para estos casos y otros más, se consiguen en las ediciones
impresas, la web y el blog de El Libertario.

¿Hubo, hay o habrá perspectivas positivas para los movimientos sociales
dentro de la oferta del ?socialismo bolivariano?? Solo cabe responder NO,
pues cualquier avance se ve negado con la imposición autoritaria y
caudillista de un régimen donde el activismo social debe doblegarse al
patrocinio, ideología y control del Estado; con la dependencia borreguil
ante promesas demagógicas cuya ejecución exitosa depende del paternalismo
burocrático; con la creciente corrupción e ineficacia que infecta tanto al
sector oficial como a las organizaciones sociales que le están sometidas;
con la propuesta socialista convertida en mera coartada para una política
al servicio de las transnacionales y del ascenso de la "boliburguesía",
nacida a la sombra de la gigantesca corrupción gubernamental. El
desarrollo libre y pleno de los movimientos sociales solo puede darse
rompiendo con la tutela que el chavismo ha ejercido sobre la mayoría de
ellos. Por supuesto no para caer en manos de la derecha liberal o la
socialdemocracia, sino concretando ideas y vías de acción que surjan de su
andar autónomo, al calor de las luchas y fines que son su razón de ser,
como lo muestran alentadores signos que se perciben en diversas protestas
sociales actuales antes mencionadas.

En El Libertario nos ha correspondido en estos años la difícil tarea de
desenmascarar las ilusiones desmovilizadoras creadas por el Estado, el
Capital y sus aliados, unas con la careta socialista del gobierno y otras
con el antifaz democrático de la oposición socialdemócrata y de derecha.
Con persistencia, vamos abriéndonos caminos para acompañar los bríos por
construir autonomía que nazcan desde los movimientos sociales, donde nos
esforzamos por ganar espacio para las propuestas de acción directa,
autogestión y apoyo mutuo que como anarquistas promovemos.

[Para información de lectores que no comprendan el español, en
www.nodo50.org/ellibertario están disponibles más de 60 textos originales
de El Libertario que han sido traducidos al inglés, así como un buen
numero de artículos en francés, alemán, italiano y portugués.]

El Libertario // ellibertario@nodo50.org

Muerte de un trabajador del subte. Un duelo que nos duele

Durante la mañana de ayer viernes 11 de febrero, la gran familia del Subte perdió a un compañero que desempeñaba sus tareas habituales en los Talleres de Material Rodante de Constitución en la línea ?C?. Un sentido dolor recorre los laberintos porteños mientras el duelo acompaña a sus familiares, sin embargo es irremediable sentir bronca por un accidente que podría haberse evitado, y ahí en esta mezcla sentimental surge una pregunta que tiene muchas respuestas ¿Por qué?

Los talleres en particular y el Subte en general están plagados de condiciones de inseguridad que han existido siempre y que siempre se han denunciado. Según Manuel Compañez, Secretario General de la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (Agtsyp) desde el 2.000 se viene realizando informes y denuncias en todos los entes estatales y privados sobre las condiciones de seguridad, no solo de los hombres y mujeres que transporta día a día el Subte sino de los lugares en donde cada trabajador se desempeña a diario.

Estas cuestiones siguen sin resolverse, y en los talleres donde los trabajadores tienen mayor exposición a los elementos de riesgo tales como alta tensión, líquidos inflamables, radiación perjudicial, ambiente con partículas cancerigenas, etc., los elementos de seguridad no son totalmente confiables o directamente no existen. En el Taller Canning de la línea D, un compañero que también hacia mantenimiento en los trenes recibió una descarga que termino quemándole más del 40% del cuerpo, sin que ello tuviera repercusión alguna en los medios, por una falla en la puesta a tierra, elemento de máxima seguridad que se utiliza justamente para evitar estos accidentes.

Para esto la justicia tiene pasos de tortuga, siempre se tienen que hacer controles sobre controles, y pasan inspecciones a las que se les muestra lo más cuidado o lo más presentable por que la mayoría de los inspectores desconoce los riesgos que tiene el particular ambiente de trabajo del Subte, y en los casos en que acertadamente comprueban la veracidad de los problemas denunciados, el tramite del documento firmado se pierde finalmente entre una pila de denuncias sin que nunca se tome cartas en el asunto.

Pero para llevar a los trabajadores a instancias legales si existe rapidez, si existen caminos cortos, y para hacer un breve repaso estadístico solo basta con decir que por cada conflicto en el Subte, Metrovías S. A. genera un juicio. A fin del pasado 2010 cerca de 70 compañeros firmaron unos papeles en una causa en la que se los juzgaba por levantar molinetes; Néstor Segovia delegado de la línea ?C? lleva contados 15 juicios en su contra y el 14, 16 y 18 de marzo debe asistir a un juicio en el que se lo imputa de cuatro cargos distintos solo por ser la cabeza visible de sus compañeros en una protesta salarial, con él 14 compañeros más fueron procesados y absueltos en otra causa.

El empeño empresarial por recaudar dinero al menor costo posible permite dilucidar que para ciertos sectores de la Empresa, el trabajador es solo un número más, no es el hombre que expone su vida a diario para que funcionen los trenes. Ayer los compañeros de Alfonso exhibiendo su dolor más hondo se preguntaban ¿por qué? si nosotros denunciamos esto, si nosotros pedimos esta seguridad para trabajar ¿somos un número más? y la pregunta retumba hoy más que nunca, por que ese muchacho gentil, de risa fácil, que repartía los diarios entre sus compañeros como un canillita, hoy no esta.

En la línea D y en otras líneas se piensa en bajar la cantidad de servicios para eliminar el inconveniente de la falta de personal, no por que no haya gente preparada sino por que no quieren dar más categorías, por que eso significaría una leve mejoría para los trabajadores. No es el único sector que por falta de personal tiene problemas, en el taller de la C durante la época de los grandes conflictos en 2006 trabajaban más de 80 compañeros, pero por la ?rebeldía del taller? se dividió al sector y se llevo la mitad de la planta a los talleres de Colonia en la línea H, lo que generó una importante falta de personal, que justamente llevó a que en el sectores de mas necesidad de personal, como la ?Inspección Periódica?, en periodos de receso vacacional haya 8 personas donde debería haber al menos 20 para el mismo trabajo.

Pero la acusación no es para la jefatura inmediata que es la que trabaja junto a los compañeros todos los días, sino a las autoridades en las esferas más altas, pues el problema es la gestión más íntima de su trabajo gerencial. ?Señores aquí sus malas decisiones matan hombres?, señalaba un compañero de la línea B, hoy el dolor se exhibe en los fondos menos explorados de estos laberintos, y duele con un dolor extraño por que se sabe y se reconoce que no hay oídos que escuchen, no hay jueces que cumplan su función, por que es verdad que ?cuanto tenés cuanto valés?.

Sus compañeros y familiares despiden sus exequias en la casa de velatorios de Portugal 3065 de Isidro Casanova en el Partido de ?La Matanza?. Pero si existe una enseñanza en esto es seguir la pelea, seguir gritando sin eco, es seguir denunciando sin respuesta, es seguir trabajando por nuestras familias, es seguir. No vamos a bajar los brazos, por que el Subte esta unido, y en palabras de todos los trabajadores las verdades florecen como un arma letal ?si tocan a uno, nos tocan a todos?.

Varón de Lis/ Secretaría de Prensa/ Agtsyp.