lunes, diciembre 03, 2007

AMENAZA MINERA

En el mes de octubre, Roberto N. Zenobi representando a la Cámara mendocina de empresarios mineros (CAMEM) envía una carta a la Directora general de escuelas Emma Cunietti, con copia a Cobos, a Filmus, a presidentes y secretarios de las comisiones de minería, etc.
Donde decía que: “Con enorme asombro y conmoción hemos advertido que en la Feria Provincial de Ciencia y Tecnología, realizada del 24 al 26 de septiembre (…) han sido expuestos determinados trabajos que descalifican y atacan gratuitamente, desprestigiando sin bases científicas, al desarrollo de la minería metalífera (…) En particular, el proyecto llamado “Minería contaminante”, en el área Ciencias Naturales, de la escuela San Juan Bosco, de San Carlos, también otros de General Alvear y Godoy Cruz (…) Los estudiantes entregaban “panfletos” y “calcos” acusando a la minería metalífera de provocar todo tipo de contaminación en el aire, el suelo y el agua, además de culpar también a esta industria, por la supuesta “eliminación de la vegetación”, de la “emigración y mortandad de animales silvestres”, de la “desaparición de actividades agropecuarias” y hasta de la “destrucción de economías regionales” y la “expropiación de tierras”.”
Zenobi acusa a los grupos de San Carlos y General Alvear de tener actitudes “injuriosas y ofensivas”, se respalda todo el tiempo legalmente diciendo que “no existe ningún proyecto de exploración y mucho menos de explotación, que pueda desarrollarse sin la debida autorización.” Y todos sabemos que los controles y autorizaciones de este tipo las hace el Estado, no el Pueblo, y que este aparato trabaja a disposición de las empresas. La ley está hecha por la minoría privilegiada, no por razones verdaderas, sino que por los intereses de la burguesía. Nos basta con ver los desastres ambientales y económicos que genera la minería en Catamarca y San Juan para saber que la ley y el Estado no garantizan nada positivo para el Pueblo, sino al contrario, sólo para las empresas.
Agrega que los estudiantes que hicieron el trabajo de investigación deben ser asesorados por especialistas, y que deben ser advertidos “de las graves consecuencias que podrían afrontar en caso de insistir con su actitud injuriosa y ofensiva.” Esto ya pasa de ser una censura a una amenaza de represión. El ataque de las empresas en su pura y cruda esencia de poder, de avasallamiento.
El motivo de la carta se muestra cuando Zenobi dice que es tarea del gobierno, de la secretaría de minería y de las autoridades educativas “demostrar y enseñar que la minería, no solo es necesaria en nuestra región sino que de ningún modo resulta contaminante ni perjudicial para el medio ambiente, por lo que es absolutamente compatible con las demás actividades económicas.” (?) Imponiendo su verdad descaradamente.",1]
Esto es una amenaza. A los/as docentes, quienes tendrían que educar bajo las mentiras impuestas por las empresas mineras; a los/as niños/as y jóvenes, quienes sufrirán (más de lo ya existente) la opresión mental de este sistema. A la sociedad entera, que cada vez se nos roba más derechos vitales, por la avaricia del dinero, por la esencia del capitalismo…
La minería saquea las economías sociales, destruye el medio ambiente, contaminando y malgastando el recurso más necesario para la subsistencia: el agua.

NO A LA MINERÍA CONTAMINANTE Y SAQUEANTE.
En cada lugar y espacio, es necesario que la lucha continúe. Por la autonomía de los Pueblos y por la defensa del agua. El 12 de diciembre se realizará en todo el país una movilización contra el saqueo y la contaminación ambiental. En San Carlos, con horario a confirmar, que será informado por este mismo medio.

Gonzalo pichón.
QuienCallaOtorga ‘zine y difusión.

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