Los disturbios comenzaron en el barrio londinense después de una protesta por el asesinato a
El barrio obrero de Tottenham, en el norte de Londres, ha vivido una larga noche de tensión popular y violencia policial solo comparable a los disturbios que se vivieron en 1985. Hasta el momento se reportan 29 heridos y 48 detenidos.
Los incidentes de anoche se iniciaron cuando los policías intentaron disolver a bastonazos una manifestación pacífica frente a la comisaría de policía local, lo que derivó en escenas de violencia callejera, incendios y pillaje.
Varios cócteles molotov y botellas fueron lanzados contra los agentes y, acto seguido, un vehículo policial fue empujado hacia el centro de la calle, donde fue quemado. Los jóvenes también incendiaron contenedores de basura y los arrojaron contra los agentes. El fuego se extendió a los coches y a algún edificio cercano.
Todo empezó poco después de las ocho de la noche, cuando la manifestación de cientos de vecinos que protestaban pacíficamente ante la comisaría de Tottenham para protestar por el asesinato de un joven vecino se convirtió en una orgía de violencia policial, respondida por los vecinos del barrio y jovenes solidarios de otras zonas del Londres obrero. Los incidentes duraron toda la noche y se extendieron por amplias zonas del barrio.
Los manifestantes exigían explicaciones a la policía por el asesinato, el jueves, de un joven de 29 años, Mark Duggan, abatido a tiros por un agente cuando iba a ser detenido. Duggan estaba en un taxi cuando se encontró con agentes encapuchados que desarrollaban una "operación especial".
Las zonas donde se desarrollaron anoche los principales incidentes represivos están todavía acordonadas por las fuerzas de seguridad. Un autobús, decenas de vehículos policiales y varios comercios fueron incendiados. Tottenham se convirtió un campo de batalla con enfrentamientos entre cientos de jóvenes que respondían a la prepotencia policial, y policías antidisturbios.
La violencia policial vivida anoche ha provocado sentimientos de bronca entre los residentes de una comunidad que sufre graves problemas de pobreza, superpoblación y desempleo y con relaciones particularmente difíciles con la policía.
La historia se repite
El barrio donde se han producido estos incidentes represivos está muy cerca del escenario de una de las revueltas más famosas de Gran Bretaña, hace poco más de 25 años.
El 6 octubre de 1985, un inmigrante caribeño negro fue asesinado por la policía cuando allanaba su vivienda, lo que produjo unos disturbios masivos en el que se enfrentaban cientos de policías blancos a una multitud de jóvenes negros, segunda generación de inmigrantes, apoyados por solidarios del
Gran Londres. Un policía resultó muerto en los incidentes.
Este asesinato policial ocurrió una semana después de otro hecho que produjo los grandes disturbios de Brixton, también zona obrera londinense. El 28 de septiembre de 1985 la policía entró pateando la puerta a la vivienda de una inmigrante caribeña negra, Dorothy 'Cherry' Groce, buscando a su hijo, que no se encontraba allí. Los represores dispararon a la mujer y la dejaron paralítica de la cintura para abajo.
Inmediatamente se corrió la voz y comenzaron las manifestaciones de protesta de jóvenes negros contra policías blancos, rápidamente reforzados por cientos de patrullas de todo Londres. La policía perdió el control del barrio por 48 horas, pero lo fue reconquistando a base de represión masiva, que produjo la muerte de un fotógrafo.
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