(EUROPA PRESS - 5/3) Nueve civiles afganos han muerto después de que su casa se viera alcanzada durante un enfrentamiento entre fuerzas de la OTAN y milicianos, según informó el vicegobernador de la provincia afgana de Kapisa, Mohamed Dawood Hashimmi.
Según Hashimmi, las víctimas "inocentes" son cinco mujeres, tres niños y un hombre. El incidente tuvo lugar después de que milicianos dispararan contra una base de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) en la provincia de Kapisa (norte de Kabul). Las tropas de la Alianza respondieron al ataque y alcanzaron la casa de los civiles, aseguró el vicegobernador.
Un portavoz militar norteamericano de la OTAN, el comandante William Mitchell, indicó que están investigando el incidente.
Estas muertes se habrían producido después de que ayer, entre diez y 16 personas fallecieran en un incidente en el que estuvo implicado un pequeño contingente estadounidense en la provincia de Nangarhar.
El Ejército estadounidense asegura que estas muertes son responsabilidad de insurgentes, que dispararon desde varios puntos contra los marines después de la detonación de una furgoneta-bomba conducida por un suicida, pero los civiles afganos heridos mantienen que no había milicianos insurgentes, aparte del suicida, y que fueron los norteamericanos los que dispararon indiscriminadamente contra ellos.
Según Hashimmi, las víctimas "inocentes" son cinco mujeres, tres niños y un hombre. El incidente tuvo lugar después de que milicianos dispararan contra una base de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) en la provincia de Kapisa (norte de Kabul). Las tropas de la Alianza respondieron al ataque y alcanzaron la casa de los civiles, aseguró el vicegobernador.
Un portavoz militar norteamericano de la OTAN, el comandante William Mitchell, indicó que están investigando el incidente.
Estas muertes se habrían producido después de que ayer, entre diez y 16 personas fallecieran en un incidente en el que estuvo implicado un pequeño contingente estadounidense en la provincia de Nangarhar.
El Ejército estadounidense asegura que estas muertes son responsabilidad de insurgentes, que dispararon desde varios puntos contra los marines después de la detonación de una furgoneta-bomba conducida por un suicida, pero los civiles afganos heridos mantienen que no había milicianos insurgentes, aparte del suicida, y que fueron los norteamericanos los que dispararon indiscriminadamente contra ellos.
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