La agitación y la lucha contra la educación de mercado se ha generalizado en todo el país. Las tomas, paros, marchas y jornadas de protesta se multiplican por doquier.
Luego de la agitada jornada de movilización protagonizada por estudiantes secundarios, universitarios y trabajadores subcontratistas del cobre en huelga (afiliados al SITECO) llevado a cabo el día miércoles 15 de junio en el centro de la capital, se realizó una multitudinaria manifestación que agrupó –según los datos más conservadores– al menos a unas 70.000 personas. En la actualidad más de 680 instituciones educativas se encuentran tomadas por el estudiantado, entre universidades estatales, privadas y colegios de distintos puntos del país, y un sinnúmero más paralizadas y movilizadas.
La jornada culminó con enfrentamientos con las fuerzas policíacas quienes detuvieron a 37 manifestantes acusados de diversos cargos, entre los que destacan, “maltrato a carabineros” y “saqueo” a tiendas comerciales.
La unidad desde la lucha de los sectores más conscientes del estudiantado se hace imperativa, así como también el fortalecimiento de las formas organizativas propias de las y los libertarios asumidas por amplias masas de estudiantes (la democracia directa, la horizontalidad, los delegados mandatados por asambleas, etc.) y sobretodo la construcción de una alternativa real y construida desde abajo, con las bases, de una educación que responda a las verdaderas necesidades e intereses de las mayorías explotadas del país.
La tarea es inmensa, pero poco a poco el pueblo y la clase trabajadora comienzan a despertar y a hacerse oír en esta angosta y larga faja de tierra.
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