Aumentó el colapso de la Justicia Laboral y no avanzan cientos de expedientes
Por Gonzalo Ponce (Diario UNO)
La Justicia Laboral está colapsada. Entre 2006 y 2009 el ingreso de causas, prácticamente, se duplicó: de 6.400 pasó a 13.000 por año. Luego se estabilizó.
Los resultados están a la vista: pequeñas oficinas diseñadas para no más de cinco empleados hoy albergan el doble o el triple; hay demoras, desorden e improvisación.
Existen sectores en los que el mobiliario no es el adecuado y las instalaciones dejan mucho que desear. Los expedientes se acumulan en escritorios, los escritorios se aprietan en las oficinas y el cablerío en el suelo se ha vuelto moneda corriente.
Mientras tanto, las filas de personas para ser atendidas se hacen cada vez más largas.
En marzo 2009 Diario UNO dio cuenta de este problema. Un mes después se inauguró la Séptima Cámara del Trabajo que se encargó durante un año de absorber la totalidad de las causas laborales.
Pero esta y otras iniciativas no lograron mejorar el ámbito judicial. Algunos empleados que pidieron reservar su nombre aseguraron que en los dos primeros meses la nueva Cámara colapsó y que en todas las dependencias no dan abasto.
En la Mesa de Entradas Centralizada Laboral (MECLA), por ejemplo, sólo tres personas reciben entre 80 y 100 expedientes por día.
Luego los derivan para su digitalización (ubicada en la misma oficina de modo muy improvisado) y después los vuelven a recibir para compilarlos. Mientras tanto, deben atender al público para informar sobre otros expedientes, imprimir carátulas para las cámaras y realizar la homologación de documentos.
Este sector tiene trabajo atrasado desde octubre del año pasado y pone la cara ante los razonables reclamos de todos los involucrados en las causas cuando los trámites se demoran.
Los abogados obviamente son los que más se quejan. Sin embargo, entienden el problema de los empleados.
El 8 de febrero un grupo de seis letrados presentó una nota advirtiendo de la situación a la Suprema Corte de Justicia.
En el escrito piden una solución a la infraestructura de estos tribunales y describen los inconvenientes de la MECLA que atiende 200 personas por día y está al servicio de las siete cámaras.
En resumen, consideran que es un lugar de trabajo insalubre, con poco aire, radiación electromagnética y aseguran que 15 personas en 36m2 no pueden trabajar bien.
Uno de los firmantes de la nota es el abogado Marcelo Venier, justamente quien describió estos problemas en la nota publicada por UNO en 2009.
Este medio lo contactó para pedirle una opinión acerca de si la situación ha cambiado en los últimos tres años. La respuesta fue lapidaria: “No ha cambiado en absoluto. Las computadoras tienen 10 años, no hay firewall, la poca inversión fue para pagar sueldos y todo redunda en contra del derecho de justicia”.
El secretario general del gremio de los empleados del Poder Judicial, Carlos Ordóñez, explicó que la situación de las cámaras laborales es un tema de larga data y que se discutirá en paritarias con los problemas de los juzgados de familia y las oficinas fiscales.
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